En el año 2018 se cumplió el plazo para todas las empresas certificadas para realizar la transición de los estándares de ISO 9001:2008 hacia la ISO 9001:2015 e ISO 14001:2004 hacia ISO 14001:2015. Los meses recientes han sido de mucho trabajo para adaptarnos a este cambio, sin embargo, la transición ha aportado valor a nuestra organización.
Una de las novedades de la norma ha sido la identificación y gestión de riesgos y oportunidades. Si bien en las versiones anteriores el tratamiento de riesgos se abordaba de alguna manera con las acciones preventivas, ahora es mucho más detallado el trabajo de identificación de los mismos. Esto sin duda es útil ya que anterior a esta sistematización el conocimiento de algunos riesgos de los procesos era empírico y se perdía con la rotación del personal o cambios en las condiciones de los proyectos.
Una organización que atiende estos dos aspectos cruciales de manera oportuna, tiene una situación idónea para enfocar sus mejores energías en el crecimiento, ese es el camino en el que estamos.